El palacio del cardenal Diego de Espinosa está situado en la localidad de Martín Muñoz de las Posadas.
Fue diseñado por el arquitecto Juan Bautista de Toledo, quien también comenzó las obras de los llamados «palacios Austria». Su construcción se inicia en 1569, siendo una construcción de estilo herreriano. El trazador de la obra fue Francisco de Salamanca, dándole el visto bueno Gaspar de la Vega. El 5 de septiembre de 1572, se finalizan las obras del palacio, coincidiendo con la muerte del Cardenal Espinosa.
El Palacio fue recuperado por el Estado en 1951 y restaurado en 1957 por encontrarse en ruina total, en esta fecha es declarado Monumento Nacional Histórico Artístico y de Especial Protección.
De planta es rectangular, tiene un patio interior cuadrado con distintas dependencias en su entorno, con dos pisos; el piso inferior tiene una galería con arcos de medio punto y columnas toscanas y el de arriba es adintelado sobre columnas jónicas con zapatas. La escalera de piedra es muy elegante y está situada en un lateral.
La fachada es de ladrillo con un zócalo (cuerpo inferior de la pared) de piedra de sillería (piedras labradas, con forma de rectángulo). A cada lado tiene una torre con sus chapiteles de pizarra. La portada es de granito y está colocada en el centro de la fachada, aunque ese centro no corresponde con el del patio del interior, según costumbre de estas construcciones. Está adornada con dobles columnas toscanas estriadas. El entablamento lleva metopas y triglifos. Por encima corre un gran balcón flanqueado por pilastras jónicas y rematado por un frontón partido y como adorno, las armas reales entre la Fe y la Justicia. A los lados en segundo lugar en importancia pueden verse las armas del cardenal portadas por unas matronas.