En la época medieval era costumbre que los nobles recorriesen sus posesiones al menos dos veces al año. La primera visita se hacía a finales de primavera o principios de verano para reunir la hueste y partir a la guerra. Las operaciones guerreras no comenzaban sino en verano y acababan con él. La segunda vez que recorrían sus campos era entre San Miguel (29-IX) Y San Martín ( 11-XI) para recaudar los tributos después de recogidas las cosechas. El capitel muestra tres caballeros vestidos con armadura, escudo y lanza que, desde la cara B, avanzan hacia la izquierda para dirigirse a un hombre - cuya figura está deteriorada- vestido con saya corta. En el centro un campo de mies muy crecido separa ambos grupos. La mies alta es la referencia a la llegada del verano y la reunión de la hueste, ya que en la segunda visita la mies debía de estar segada Y guardada. Con la reunión de la hueste se abre el tiempo de guerra, tiempo que se verá representado más adelante. El cimacio está decorado a base de pequeñas cabezas de perros y ramas que se prolongan por la imposta del contrafuerte hasta enlazar con el capitel siguiente.